Con motivo de su 20 aniversario, una empresa tecnológica con sede en Barcelona encargó a Marca Condal la organización de su convención anual. La acampada temática e inmersiva con el nombre Into the Wild gira en torno al concepto de la tribu.
La Farinera de Sant Lluís ofreció la localización idónea para llevar la idea a la práctica, ya que reúne todos los elementos necesarios. La finca, de 130 hectáreas, dispone de espacios exteriores diferenciados y llenos de encanto, como jardines, un lago con embarcadero, piscina, eras y zonas de bosque, así como salas perfectamente equipadas y conectadas en el interior del edificio industrial modernista.
Preparativos
Para ofrecer todos los servicios de alojamiento a los ciento cincuenta participantes durante dos días y dos noches y acoger las actividades del programa, se montaron cinco zonas diferenciadas y separadas:
La zona de glamping se levantó en el hayedo. Se montaron cincuenta y cinco tiendas de campaña amuebladas con estilo colonial, donde no faltaba de nada: mesillas de noche, armario, cargador, luces… Muy cerca, la zona de duchas y lavabos.
En la zona central, se instalaron los rincones de descanso (chill-outs), el bar al aire libre y las hamacas. Las comidas tenían también un espacio dedicado donde se ofrecían diferentes propuestas de buffets. La zona de actividades estaba equipada para la práctica de varios deportes y también se preparó una zona de fiesta con un escenario creado para la ocasión.
Aunque el evento era cien por cien exterior, dentro del edificio modernista de La Farinera había varias salas habilitadas para los asistentes que tuvieran que resolver alguna cuestión de trabajo. Estas salas cuentan con fibra óptica y todo el equipamiento necesario para reuniones, sesiones de formació y sesiones de trabajo.
Los artistas, los organizadores y los equipos técnicos pudieron estar muy cerca en todo momento, ya que se alojaron en las casas de Els Masos, dentro mismo del espacio de La Farinera de Sant Lluís.
Evento inmersivo
Todas las actividades y las instalaciones estaban pensadas en torno a la idea de una acampada con la tribu. La parte artística jugó un papel muy importante a la hora de diseñar las comidas y las actividades, como las clases de yoga, la danza tribal, los tatuajes o la fiesta flúor.
