En el momento de planificar una viaje de incentivos ya no únicamente se piensa en minimizar el impacto negativo que éste pueda tener sobre el medio ambiente, como por ejemplo reducir la huella de carbono, gestionar los residuos de manera sostenible o utilizar los recursos de forma eficiente. Ahora, además, se busca que las actividades que se llevan a cabo promuevan experiencias enriquecedoras, que tengan un para qué y tengan una impronta en el territorio.
Un ejemplo de negocio que promueve este tipo de actividades es Humanside. Hace más de veinte años que ayuda a las organizaciones y a sus equipos a crecer y a transformarse, mediante el desarrollo, la motivación y el compromiso de las personas. De este modo, conectan las necesidades de negocio con la de los asistentes, a través de actividades de team building e incentivo que apelan a las emociones, a la vez que generan experiencies de RSC que huyen del greenwashing y resultan de gran utilidad tanto para las empresas organizadoras como para el medio ambiente y para el territorio.
“Un buen team building tiene que plantear retos y perseguir objetivos colectivos”
Marc Ribas, uno de los fundadores de Humanside, asegura que en el turismo de reuniones “hay que distinguir entre lo que son incentivos individuales, como disfrutar de un buen paseo o de una buena cena de maridaje, de lo que es una experiencia de RSC o team building, que cuenta con otros ingredientes, como el planteamiento de retos a través de la gamificación, y que está orientado a lograr unos objetivos marcados previamente de manera colectiva”. Para Ribas, “el sentido crítico y el propósito son las claves de una buena acción de RSC”. Es decir, “saber porqué hacemos las cosas y con qué objetivo”. Es por eso que antes de crear o adaptar una experiencia para un organizador, ya sea a petición directa de una corporación o bien a través de un intermediario, Humanside se asesora y colabora con las administraciones y entidades del territorio que tienen un papel relevante en su acción.
Un ejemplo de este tipo de team buildings con propósito es Sand Traps, un proyecto que ya se ha llevado a cabo en varias ocasiones para equipos de empresas catalanas y multinacionales, que nace de la necesidad de recuperar el sistema de dunas de la bahía del Estartit-Pals para proteger los humedales y las playas naturales. Un espacio de alto valor ambiental para el Parque Natural del Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter. La actividad consiste en crear, mediante el trabajo en equipo, unos muros de caña, clavados al suelo y sujetos con estacas y cuerda (todo el material que se usa es orgánico), una especie de trampa para que la arena entre cuando sopla el viento pero que no se salga.
Otro teambuilding con propósito, organizado por Humanside es Hi-Bird! Consiste en la construcción de cajas nido para la recuperación de hasta once tipos de especies de pájaros y murciélagos. Con unas instrucciones de montaje al más puro estilo sueco, los equipos construyen los refugios para las aves a partir de tablones de madera.
Finalmente, en colaboración con el Ayuntamiento de Lloret y con la asociación medioambiental Xatrac, se ha puesto en marcha “The litoral project”, una actividad que tiene por objetivo la limpieza de plantas invasoras y de las rocas del litoral, tanto por encima como por debajo del nivel del agua, utilizando gafas de buceo y otros materiales como planchas de pádel surf o kayaks. A lo que se suma la construcción de cajas nido para carboneros y petirrojos, aves autóctonas que hay que preservar.